VERDURAS Y HORTALIZAS FRESCAS CONGELADAS
CONGELACIÓN FRESCA?
LA CALIDAD, LA SEGURIDAD EN LA ALIMENTACIÓN Y LA SOSTENIBILIDAD SON PRIORITARIAS
Poder conservar los alimentos por más tiempo fue durante siglos un desafío por lo que el desarrollo de las conservas en lata supuso una extraordinaria revolución. La industria conservera belga comenzó a desarrollarse a partir de 1880.
En 1980 la industria conservera belga frenó su desarrollo debido a la aparición de otras formas de procesar frutas, verduras y hortalizas. Fue a partir de 1970 cuando el sector de las verduras y hortalizas congeladas experimentó una evolución espectacular.
Una estrecha interacción entre agricultura e industria permitió establecer las bases para lograr un dominio económico sin precedentes. En la actualidad, la mayoría de empresas del congelado se decantan por una integración vertical: cultivan, procesan, envasan, almacenan, transportan y venden dentro de la propia empresa.
Gracias a las constantes inversiones en innovación de productos, calidad, medioambiente, higiene y tecnología, el sector se encuentra preparado para el futuro.
Bélgica sabe cuáles son las condiciones ideales para el cultivo de verduras y hortalizas:
Bélgica puede ser considerada como la «huerta de Europa» y esto también es debido al rápido crecimiento de la industria del congelado de verduras y hortalizas.
La industria belga del congelado de verduras y hortalizas, con sus diez empresas ubicadas en Bélgica, es responsable de un tercio del total de la producción europea de verduras y hortalizas frescas congeladas, cuya mayor parte se exporta a todo el mundo.
Por este motivo, anualmente se contratan cerca de 50.000 ha para la industria de verduras y hortalizas, bien directamente o bien, a través del comercio intermediario entre los agricultores y horticultores de Bélgica, Países Bajos meridionales y Francia septentrional.
Bélgica, la tierra donde la calidad, la seguridad en la alimentación y la sostenibilidad son prioritarias
PRECURSORA DE LA CALIDAD
La industria del congelado belga está del lado de la calidad y es pionera en Europa. De esta forma, el sector se establece sobre la base de un sistema de calidad integrado que va del campo a la mesa a través de la pauta de Control de Calidad Integral de la Cadena (IKKB: Integrale Keten Kwaliteit Beheersing) para la producción vegetal primaria (www.vegaplan.be) y la guía de autocontrol para el comercio y proceso de patatas, verduras y frutas (AGF, por sus siglas en neerlandés). (www.gidsac.be). Ambos sistemas se pueden certificar a través de organismos de inspección externos acreditados para este fin y reconocidos, asimismo, por la Agencia Federal para la Seguridad de la Cadena Alimentaria (FAVV: Federaal Agentschap voor de veiligheid van de voedselketen).
El sector se establece con fuerza en la creciente automatización de los procesos de producción y en la constante inversión en tecnologías innovadoras con el fin preservar la calidad y la diferenciación de las verduras y hortalizas al máximo posible.
SEGURIDAD ALIMENTARIA
Todas las verduras y hortalizas procesadas llevan una ficha identificativa que permite el completo seguimiento de las mismas. La ficha aporta información detallada acerca de la identificación del producto, el terreno de cultivo, la simiente escogida, la fecha de la siembra, los niveles de irrigación y los métodos de fertilización u otros productos o tratamientos utilizados.
SOSTENIBILIDAD
Planeta-Personas-Beneficio: En búsqueda constante de métodos que sean ecológicos, socialmente responsables y económicamente viables para el cultivo, la elaboración y el almacenamiento de verduras y hortalizas frescas congeladas.
Realización de esfuerzos en el ámbito de la protección del medioambiente:
Todos los restos (las verduras y hortalizas no utilizadas, los desechos de las verduras y hortalizas tras su limpieza...) se reciclan principalmente como alimento para ganado o como fertilizante para los terrenos de cultivo y, en menor medida, para energías renovables.
Los residuos de productos fitosanitarios (GBM, por sus siglas en neerlandés) se eliminan a través de:
Máximo aprovechamiento de los alimentos:
Las empresas congeladoras consideran el problema de los desperdicios de alimentos no como una amenaza sino como una oportunidad. En este sentido, las verduras y hortalizas frescas congeladas ofrecen grandes ventajas:
• Las verduras y hortalizas frescas para congelar crecen únicamente durante la temporada, pero se pueden comer durante todo el año. Por lo tanto, no hay posibilidad de que se echen a perder los alimentos.
• Con las verduras y hortalizas congeladas, el consumidor toma únicamente la porción que necesita. Por este motivo, apenas se genera desperdicio en las cadenas de congelación. El desperdicio «inevitable», como las pieles o los tronchos, se suprime al principio de la cadena.
• Incluso las verduras y hortalizas que no tienen una forma atractiva también se pueden procesar gracias a las diferentes aplicaciones y al corte y, por consiguiente, no ser consideradas como una pérdida.
Vegetales frescos congelados: sustancias nutritivas en el plato
Entre la recolecta y el congelado de las verduras y hortalizas transcurre un máximo de entre dos y cinco horas. De esta forma, las sustancias nutritivas (vitaminas, minerales y fibras) permanecen intactas y el sabor se conserva de manera óptima.
Las verduras frescas congeladas no contienen conservantes. Debido al escaldado, se inactiva la actividad de las enzimas, que son las responsables de la maduración y consiguiente descomposición de las verduras y hortalizas. Por tanto, las verduras «quedan atrapadas», por así decirlo, dentro del estado que tuvieran en ese momento. Son los procesos de conservación, precisamente, los que garantizan la preservación de las verduras y hortalizas.
LAS NUMEROSAS VENTAJAS DE LAS VERDURAS Y HORTALIZAS FRESCAS CONGELADAS:
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